EL DIFÍCIL CAMINO DEL DUELO

***Muerte y duelo*** A las personas no les gusta saber sobre la muerte, pero tarde o temprano han estado o estarán frente a la dura experiencia de perder a un ser querido, es decir, esta síntesis es sobre la muerte y el duelo, para aquellas personas que irremediablemente enfrentan la muerte del familiar. Es en el paso por la vida que nos encontramos ante diversas pérdidas, como la pérdida de un trabajo, la pérdida de una relación de pareja, la pérdida de una mascota o la pérdida de la salud entre otras que suceden a lo largo de nuestra vida; sin embargo, el mayor dolor es ante la muerte, y cuando esto sucede se produce en respuesta un sufrimiento que solo el tiempo y las vivencias de nuestras emociones podrán resolver. Hay situaciones que nos llevan a circunstancias adversas, como una enfermedad crónica degenerativa o un padecimiento terminal, accidentes e incluso el simple paso del tiempo que nos lleva a la vejez y de forma natural a la muerte. Ante estos eventos se presenta el duelo, un proceso mediante el cual elaboramos las pérdidas, como una reacción natural, sin embargo, es muy doloroso y desconcertante por toda la gama de emociones que se experimentan; por lo que en algunas ocasiones llega a ser incapacitante, debido al dolor emocional que acumulamos, siendo éste, el duelo, algo que, aunque se intente y no se puede evitar. Generalmente se resuelve de forma natural y sin dificultades, pero es importante tomar en cuenta la posibilidad de que aparezcan complicaciones. A veces las personas por no querer enfrentar el dolor lo evaden pensando que es lo mejor, pero no siempre es así, ya que se corre el riesgo de que se convierta en un duelo complicado con la posibilidad de padecer trastornos físicos e incluso aumentar el riesgo de un suicidio. Gestionar el dolor siempre es difícil, por lo que es en esos momentos, que las personas se preguntan si necesitan ayuda para superarlo.

Estar en duelo suele ser extenuante, ya que la persona carga afecto a su ser querido, por lo que reconstruirse no es fácil, dado que se produce una lucha interna al rebelarse contra el destino. Se hacen preguntas o se buscan respuestas ante estas ausencias definitivas.

A veces el duelo es como un sueño, donde se traen escenas o recuerdos recientes y viejas cosas que ocurrieron o que quedaron pendientes, imágenes recurrentes por días y noches interminables; situación por demás desgastante. Es por ello, que el trabajo del duelo es un esfuerzo por estabilizar la existencia después de la muerte, lo normal es que la persona asimile la muerte como algo natural, para poder continuar con la vida. Sin embargo, no siempre es así, porque el duelo suele complicarse y llevar a un estancamiento emocional, donde no se asimile el suceso y la ausencia del ser querido provoque algunos síntomas como la depresión, sentimientos de autorreproche o castigos, entre otros.